¿Cuáles son los hábitos más importantes para nuestra salud?

En el post anterior (puedes verlo aquí ) pudiste leer que algunos factores del ambiente actual podían ayudar a la aparición de enfermedades y que podíamos controlar buena parte de esos factores. Hoy comentaré  los 5 hábitos más importantes para generar un ambiente saludable. Es decir, qué factores son los que más “pesan” en tu salud.

Nuestra biología, nuestro cuerpo, no ha variado en miles de años, pero el entorno sí. ¿Cuáles son  las diferencias que tenemos en el ambiente industrializado, o de la gran ciudad  con respecto a lo que hemos vivido durante miles años? ¿Qué nos sobra o nos falta?

Para esto  imaginemos a alguien que siempre anda tarde, corriendo de un lado a otro. No se detiene a hablar  porque siempre anda a tope. No hace ejercicio físico porque no tiene tiempo. Tampoco tiene tiempo de estar con su familia. Va del trabajo a casa y de casa al trabajo. La hipoteca lo tiene loco y últimamente su coche anda dando problemas… no hace más que pensar en si podrá comprar otro…Va con un bollo en una mano y el café en la otra cuando entra por la puerta hacia su trabajo y come cualquier cosa mientras acaba alguna tarea…

A pesar de ser un poco excesivo, seguro que tenemos una imagen clara y no se aleja tanto de algún caso que conocemos, en esta sociedad. No hay que ser un entendido en fisiología para saber que con estos hábitos no se  puede mantener  la  salud mucho tiempo. Entonces  ¿cuáles son los hábitos más importantes para nuestra salud?

La alimentación, el ejercicio físico, exponerse a la luz natural (tomar el sol), el descanso y la gestión emocional. Tienes que pensar que, dependiendo de cómo se lleven estos factores, el cuerpo  expresará salud o enfermedad. No es difícil entender que cualquier tema de los que hablemos en salud, tiene una relación directa con estos factores. Cualquier disfunción o patología tiene componentes de base alimentaria o de cualquiera de los otros factores.

Los 5 hábitos de salud

  • Alimentación. Debemos comer  los alimentos que necesitamos y beber agua. Puede parecer una “perogrullada”, pero piensa si sueles comer lo que necesitas. Alimentos que contienen grasas sanas, esto es, grasas procedentes de pescado, frutas, carne…no de productos industriales. Suficiente fuente proteica, y resto de sustancias como vitaminas, fibra fermentable, antioxidantes y minerales  presentes de forma natural también en hortalizas. Por otro lado, no se puede estar comiendo cualquier cosa y a todas horas.Todo ello, unido al resto de hábitos, generará un tipo de microbiota (de la que hablaremos, prometido). La microbiota tiene un papel fundamental en nuestra salud.
  • Ejercicio físico. Nuestro cuerpo cuenta con moverse, necesita hacerlo para muchas de sus funciones, y si no lo hace empieza a desequilibrarse. Mejora patologías, como puedes ver en este estudio realizado en diabéticos mayores de 65 años que siguieron un programa de ejercicio físico aeróbico supervisado y de fácil ejecución en las que mejoraron la presión arterial, la colesterolemia, el riesgo cardiovascular, la HbA1c (hemoglobina glicosilada) y su propia sensación de salud. Incluso acabaron teniendo menor consumo de analgésicos y ansiolíticos. Pero, sobre todo, debes valorar cómo el ejercicio evita que aparezcan patologías: mayor oxigenación, mejor sistema de limpieza de sustancias usadas, mejor uso de la glucosa, quema de grasa…. Como dato, una pérdida de masa magra (musculatura) del 10% se asocia a un aumento del 10%  del riesgo de mortalidad. Por tanto, debes incluir el ejercicio físico dentro de tus hábitos de vida si quieres salud.
  • Sol. Necesitamos tomar el sol para generar la vitamina D. Pero es necesario por muchas otras funciones. La luz se encarga de poner “en hora” nuestro reloj interno, consiguiendo que todos los sistemas se regulen. Cada hormona, cada sistema tiene que funcionar a su hora y dejar paso al siguiente. Es lo que se conoce como ciclos circadianos. En conclusión, debes salir al aire libre.
  • Descanso. Para cualquier proceso de regeneración necesitamos un buen descanso que depende, sobre todo, de haber estado expuesto a luz natural. También es importante evitar la luz de aparatos digitales al anochecer y no cenar justo antes de tumbarse a dormir. El descanso es otro de esos  factores que todos conocemos y a menudo pasamos por alto. Un ejemplo de su importancia es que, en el medio deportivo, el descanso es parte del entrenamiento. Se le llama, “el entrenamiento invisible”. No se puede mejorar sin descanso. Debes descansar.
  • Emociones. Somos seres sociables, necesitamos del contacto, de la compañía. También se evidencia la asociación entre los estados emocionales y la enfermedad… debemos aprender a gestionar nuestras emociones.
    Aquí cito a Robert M. Sapolsky (neuroendocrinólogo, profesor en Stanford):
    “Hemos llegado a reconocer el complejísimo entrelazamiento entre la biología y las emociones, las infinitas formas en que la personalidad, los sentimientos y el pensamiento se reflejan e influyen en los hechos del cuerpo”.
    Reprimir emociones, “tragar y continuar” o vivir un día tras otro sin contacto real con los demás (seguro que estás de acuerdo) no es sano.

No he intentado explicarte nada que no sepas, sólo te recuerdo la importancia de estos hábitos en tu salud. Piensa que estos factores han variado mucho en poco tiempo, sobre todo con la industrialización. Comemos muchas veces y muy diferente  a lo que comíamos. Nos movemos poco y no salimos al aire libre. Descansamos poco y mal y vivimos desconectados de los demás. También hay una gran prevalencia de depresión. Todo esto ya son hábitos de esta sociedad, pero, en lo que a ti concierne, tu puedes decidir.

Para acercarte a la salud debes darle al cuerpo aquello con lo que siempre convivió y que reconoce: nutrientes fundamentales para él, descanso durante la noche, movimiento durante el día, momentos de comer y ratos de descanso para regenerar, expresión de emociones, contacto y un ritmo de vida acorde a nosotros… y el cuerpo nos devolverá una tendencia a la salud y no a la enfermedad.

“Reorigina los hábitos que te lleven a la salud que te pertenece”

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