El estilo de vida occidental aumenta la Resistencia a la Insulina I

La Resistencia a la Insulina se genera por Hiperglucemia.

 A menudo te comento que hay gran relación entre las enfermedades actuales y los hábitos de la sociedad occidental. Acorde con ello, hoy te explicaré la Resistencia a la Insulina (R.I.), presente en muchas de ellas. Empezaré presentándote el funcionamiento de la glucosa y la insulina, para que, finalmente, puedas entender cómo funciona la R.I. y por qué la alimentación actual eleva su prevalencia.

La R.I. es un estado del organismo que comparten muchas patologías actuales. No es una enfermedad, pero participa en la producción de algunas como diabetes tipo 2, dislipemia aterogénica, hipertensión arterial, síndrome de ovario poliquístico  y enfermedad por hígado graso no alcohólico. Además aumenta el riesgo cardiovascular.

Para entenderla debemos empezar por conocer cómo funciona la glucosa y la insulina.

Si bien, la glucosa es útil para ser transformada en energía, también es tóxica cuando se eleva en sangre. La glucosa se carameliza, se “pega” a proteínas, que se acumulan en el organismo pudiendo producir daños. Por esto, el nivel en sangre ha de ser estable dentro de unos rangos. Cuando se eleva lo llamamos hiperglucemia. En definitiva necesitamos poder ingresar la glucosa desde la sangre hasta el interior de las células y para ello se necesita a la insulina.

Qué es la insulina y cómo funciona

La insulina es una  hormona que libera el páncreas cuando detecta subidas de glucosa en la sangre. Se encarga de disminuir la glucosa. Cuando comes algo, la insulina promueve la creación de glucógeno para almacenar la glucosa. También hace que los carbohidratos  y proteínas que llegan en exceso (si ya está cargado el almacén) se transformen en grasa, que es un almacén de energía mucho más eficaz. Por otro lado, la insulina también evita que se produzca nueva glucosa desde el hígado y además, evita que se liberen ácidos grasos desde el tejido adiposo. Es decir la insulina tiende a almacenar y evita liberar glucosa o ácidos grasos.

El proceso realmente es un poco más complejo. Cuando comes algún alimento y empieza a pasar glucosa a sangre, las células del páncreas la detectan y liberan insulina. La  insulina llegará a todas las células y  permitirá que la glucosa entre a ellas, regulando así, el nivel de glucosa en la sangre.

Esto hay que explicarlo. Las células no permiten que la glucosa pase a su interior libremente, por lo que deben activar unos transportadores celulares (GLUT). Muchos transportadores sólo funcionan cuando la insulina entra en contacto con los receptores que hay en la membrana de la célula (receptores de insulina). En ese momento se avisa al transportador de glucosa de que ya puede meter la glucosa a su interior.

Cuando los niveles de glucosa se elevan mucho (o se mantienen muy a menudo elevados) se necesita un elevado nivel de insulina. Lo gracioso es que la propia hiperglucemia genera una respuesta defectuosa de la insulina. Es lo que llamamos Resistencia a la Insulina. La respuesta metabólica del organismo a esa R.I. es la hiperinsulinemia: generar mucha insulina para remediar, momentáneamente, el exceso de glucosa. Como puedes ver aquí, , la hiperglucemia es una de las responsables de la resistencia a la insulina.

La Resistencia a la Insulina se genera por Hiperglucemia

Realmente la R.I. no es más que una adaptación evolutiva de cuando no había tantos carbohidratos (o pasábamos temporadas sin encontrar alimento) y necesitábamos mantener la glucosa para las funciones vitales. En la R.I. los sistemas importantes como el sistema inmune (para hacer frente a las infecciones) o el cerebro (para la supervivencia en general) no generan R.I. Tampoco los órganos reproductores.

Imagina un estado de supervivencia. Por ejemplo si tienes una infección y  tu sistema inmune necesita energía. Piensa en cualquier otro tipo de estrés, o si no has comida hace tiempo y tu cerebro necesita energía. Hay que repartir la energía que tengas muy bien para no malgastarla. La R.I. es un sistema muy práctico para evitar que la glucosa sea consumida por otros sistemas menos importantes y que, en cambio, sí le llegue por ejemplo a un centro muy importante: el cerebro.

https://evolutionmedicine.files.wordpress.com/2013/09/tsatsoulis-insulin-resistance.pdf

Cuando se aumentan las necesidades de energía como puede ser estar en ayuno, en estrés o en infección, algunas hormonas y citocinas proinflamatorias promueven un estado de R.I., consiguiendo movilizar la energía para apoyar la supervivencia. La insulina generaba no sacar más grasa desde los adipocitos (células grasas). Pero al generarse la R.I., los adipocitos “no se enteran”, por lo que liberarán a la sangre ácidos grasos libres (AGL)(FFA en inglés). A las células del hígado les pasa igual y en lugar almacenar glucosa, ahora la fabrican.

Es un estado perfecto para una necesidad puntual de energía,  porque ahora la glucosa sólo la reciben los órganos vitales y el resto se alimentará de los ácidos graso libres. Así la R.I. supuso una ventaja durante la Edad de Hielo, que dominó la evolución humana (con pocos carbohidratos).

Pero nuestra dieta ha ido cambiando y cuando llegó la agricultura (10.000 años) aumentaron los carbohidratos. Pero eran alimentos tradicionales que no liberan tan rápidamente glucosa en sangre y sólo producen aumentos modestos en la insulina. Luego llegó la revolución industrial con la molienda de cereales e hizo que el almidón fuera más digerible y por tanto que hubiera niveles más altos  de glucosa después de las comidas. Así la respuesta de insulina aumentó 2-3 veces en comparación con la harina molida gruesa o los granos enteros.

Quizás aquellos beneficios adaptativos de la R.I., a día de hoy estén promoviendo la generación de enfermedades. Y es que, la comida rápida y  el nivel de farináceos y dulces de la dieta occidental, nos exponen, repetidas veces, a un alto nivel de carbohidratos rápidamente asimilables por el intestino, como viste en un post anterior. Algo para lo que quizás no estemos adaptados y que puede estar generando un contexto hiperglucémico generador de R.I. De ahí su alta prevalencia. Se estima que un tercio de la población adulta occidental  presenta resistencia a la insulina.

Mis recomendaciones ya las conoces: alejarse de los procesados y comer alimentos en su forma natural, no industrializados. En otro post te presentaré a la inflamación como la otra responsable de la R.I.

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