La inflamación puede generar anemia

Como pudiste ver en el post La anemia, la falta de hierro se suele dar por perdidas de sangre o por problemas en su absorción, no por falta de hierro en la dieta. Hoy te explicaré cómo se controla el hierro en el cuerpo. Conocerás qué es la hepcidina y cómo funciona. Entenderás porqué bajan los niveles de hierro en sangre durante estados de infección o inflamación. Para empezar vas a entender por qué la principal causa de falta de hierro no es la dieta.

La cuestión es que no hace falta un gran aporte de hierro a través de la dieta para cubrir tus necesidades, porque lo reciclas. De forma normal se absorbe poco (1-2mg/día) y se pierde poco hierro (1-2mg/día). Como puedes observar, la mayor parte del hierro está en los glóbulos rojos o en los macrófagos del bazo, que reciclan el hierro de los glóbulos rojos viejos, para volver a utilizarlo. El hígado también es un gran almacén. La transferrina es una proteína transportadora de hierro.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4546197/

Además el hierro es un pro-oxidante muy potente y no tenemos sistemas activos para  eliminarlo. Pero, por otro lado, a veces tenemos aumentadas sus necesidades, como en el crecimiento o en el embarazo. Por lo que hay que mantener un equilibrio exquisito en los niveles de hierro, sin que haya excesos ni defectos. Necesitamos algún sistema que relacione las necesidades de hierro de cada situación, el nivel de hierro en sangre (y en almacenes), y que, a su vez, regule la absorción necesaria. Ese sistema es la hepcidina.

Para controlar los niveles de hierro la hepcidina es fundamental.

Es creada por el hígado e impide la absorción de hierro. La mayor o menor producción de hepcidina depende  de la cantidad de hierro del que dispongamos.  Los  niveles  de  hepcidina  disminuyen cuando hay deficiencia de hierro o si sus necesidades aumentan. De esta manera se permite su absorción y provoca  la liberación de hierro desde los almacenes (la ferritina que hay en hígado y en los macrófagos del bazo). Consiguiendo un mayor nivel de hierro en sangre.

El paso del hierro al torrente circulatorio se debe dar, por ejemplo, para formar los glóbulos rojos en la medula ósea. Por tanto, es crítico permitir el paso de hierro desde  las células intestinales (que lo absorben de la dieta y  lo almacenan) hasta la sangre. Aquí es primordial que  la hepcidina disminuya o desaparezca.

Puedes ver en el dibujo que la síntesis de hepcidina está regulada por múltiples estímulos. Cuando hay mucho hierro, inflamación o infección aumenta la hepcidina. Mientras que el aumento en la producción de glóbulos rojos  (por alguna pérdida de sangre, por ejemplo) suprime la producción de hepcidina.

Homeostasis de hepcidina y hierro
Tomas Ganz, PhD, MD y Elizabeta Nemeth, PhD

La hepcidina inhibe el paso de hierro a la sangre desde las tres fuentes principales de hierro: la absorción desde los alimentos en el duodeno, la liberación de hierro por los macrófagos del bazo y la liberación de hierro almacenado de los hepatocitos (células del hígado).

En otras palabras, cuando falta hierro se produce menos hepcidina permitiendo más absorción y paso a sangre. Cuando hay exceso de hierro o infección o inflamación, se libera más hepcidina para evitar su absorción e impedir que se libere hierro desde los almacenes hacia sangre.

 ¿Por qué aumenta la hepcidina cuando hay inflamación o infección?

El hierro es esencial para casi todos los microbios. Si no acceden a él, su patogenicidad y su posibilidad de supervivencia disminuyen. Al unirlo a la ferritina y transferrina se lo ponemos difícil. Además respondemos pronto a su invasión  llevando todo el hierro de la sangre a los almacenes para evitar que pueda acceder a él.

 Esta es una respuesta que se puede apreciar rápidamente en infección, y por eso, en los análisis de sangre, puede salirte el hierro bajo cuando tienes gripe, por ejemplo. Para la lucha contra patógenos el organismo almacena hierro en forma de ferritina e inhibe las vías de absorción del hierro, aumentando la hepcidina.

Tanto las infecciones como otros trastornos inflamatorios crónicos que incluyen trastornos reumatológicos, enfermedad inflamatoria intestinal y otras enfermedades inflamatorias sistémicas, cursan con producción de citocinas proinflamatorias como IL6 y IL1, TNFalfa. También son liberadas en autoinmunidad y ante cualquier estrés. Estas citocinas ponen al cuerpo en alerta generando toda una serie de herramientas como puede ser generar fiebre, o producir cortisol o, en el caso que nos concierne, aumentar la concentración de hepcidina.

La síntesis de hepcidina aumenta en presencia de IL-6, IL1 y puede causar la anemia que se desarrolla temprano durante las infecciones o enfermedades inflamatorias.

La hepcidina es una estrategia de defensa del organismo para evitar la proliferación de un posible patógeno. Pero cualquier estado inflamatorio o estrés (amenaza) genera una respuesta similar en nuestro organismo.

Como ejemplo hablaremos de un estado “habitual” de nuestra sociedad que promueve la inflamación:

 La obesidad es un grave problema en nuestra sociedad que puede generar síndrome metabólico: diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedades neurodegenerativas, cáncer… y es que todos comparten un estado de inflamación crónico, productor de citocinas proinflamatorias (IL-1, IL-6, TNFalfa).

 Te habrás preguntado alguna vez , cómo a una persona obesa, si come mucho, puede faltarle hierro. Pues la hepcidina puede tener algo que ver. Realmente es el estado sistémico inflamatorio el que” la pone en escena”.

Metabolism of iron, inflamation and obesity
Raquel Salazar-lugo

Resumiendo,  puedes disminuir el hierro o llegar a anemia por muchos factores, ya que la hepcidina se regula también por la inflamación. Así cualquier factor proinflamatorio puede elevarla.

Debes recuperar hábitos de salud: comer “alimentos”, evitar productos proinflamatorios (azúcar, derivados de harina, grasas trans), moverte (ejercicio físico), exponerte a luz natural (sol), permitirte un descanso regenerador y tomar consciencia de tu vida emocional, que alejarán esa inflamación mantenida.

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